30 octubre 2016

CINCO MINUTOS, CINCO METROS CUADRADOS

​Es otoño, aunque parezca primavera. El sol calienta, sobre los árboles el color ocre de sus hojas resplandece como oro viejo. Decenas de insectos garabatean en el aire mil cabriolas como si celebrarán está inversión del clima. Mosquitos diminutos y otros zancudos que parecen pequeñas aves, moscas y moscardones, abejas, abejorros y mariposas, todos juntos sobre la enredadera del porche donde estoy, bailan y viven lo que les toca vivir, sin más.
El sonido alrededor de este relativamente pequeño mundo de la enredadera, es un zumbido constante, a veces tan intenso que no puedo evitar dejar lo que estoy haciendo, leer, para prestar atención a lo que dice el entorno. Entonces también veo, en el contraste de las sombras como una araña desciende con su hilo construyendo hogar.
Abriendo la circunferencia de mi atención, más allá de la enredadera, en los árboles cercanos, se ocultan pequeños pájaros, silbándose unos a otros, cambiando de rama, rápidos y escurridizos buscando un sitio desde el que ver más y mejor para capturar algún insecto desprevenido, y yo sin poder evitarlo también silbo con la ilusión de quizás "rozarme" con ellos, cosa que al principio parece suceder, responden al silbo, pero al momento aburridos de mi monótono soniquete, guardan un "respetuoso" silencio.
En un instante el zumbido del porche se mezcla con el canto de los pájaros y conmigo... Y me embarga la sensación dulce de que todo está en su sitio, cada impulso de vida "hace lo que tiene que hacer" vivir. Los árboles otoñean al sol, los mosquitos danzan en el aire, los abejorros liban los recién nacidos brotes, las arañas tejen pacientes su tela. También hay mamíferos, Risko, un perro de aguas que me mira fijo a los ojos cuando estoy triste y (para los escépticos) no es coincidencia, estoy yo y mi organismo, respirando y participando de este despliegue de vida. A lo lejos se oye el cencerro de alguna vaca y el balido de unas pocas ovejas.
Intento captar todos estos sucesos, desmenuzarlos, atenderlos y cuidarlos, en la "certeza" de que esta experiencia (en un espacio-tiempo de 5 m²-5' ) forma parte de la VIDA que se desarrolla sin freno.

De pronto suena un pitido agudo y desagradable... mensaje en el móvil, vuelvo al sueño de lo cotidiano... No se qué de la investidura. 

Se hace un silencio sepulcral de milésimas de segundo... En el plexo solar me estalla una carcajada de otoño-primavera que no puedo describir, sube hasta la garganta y sale como un volcán... 

Vuelven los zumbidos, los trinos y Risko moviendo el rabo...
¿ otro mundo es posible ? No!!!

¡¡¡ YA EXISTE OTRO MUNDO !!!


INSTANTE

Solo hay que parar un instante... Dejar de correr, dejar de caminar, dejar de pensar y abandonarse a la inmensi...